miércoles, 7 de agosto de 2013

Una forma inspirada es una forma feliz…

Por mi vida han pasado muchas formas… pero sólo una pocas me han cautivado.


He oído por ahí que la forma del objeto define lo que es… y bueno… es verdad, pero creo que también define a su Inspirador ¿no?, ahora me lo cuentas…
El caso es que hay formas nacidas para funcionar, para trabajar, para ganarse el sueldo del día y volver a casa para tomarse una cena fría frente al televisor buscando un pequeño respiro, y a seguir trabajando el día siguiente, y lo cierto es que fueron creadas por personas que eso era lo que buscaban.
Seguramente estas formas industriales y funcionales consiguen sobrevivir cada día y puede que no con una vida glamurosa o llena de admiraciones y elogios… pero si cumplen su función seguramente ya son válidas.
Luego están las formas nacidas para cautivar, éstas juegan en otro nivel porque su creador les añadió un ingrediente nuevo: el sentimiento.
Éstas son las formas ilusionantes, las que fueron concebidas para provocar un sentimiento, puede que de alegría o de sorpresa, o puede que de tristeza o de rabia no lo sé…. Pero fueron creadas para no dejar indiferente y ten clara una cosa: son mejores cuanto mejor y más lo consiguen.
Estas formas juegan en otra liga, y siempre consiguen que te gires para admirarlas. Cuando una forma tiene esa cualidad, puedes creerme si te digo que fue creada por un escultor enamorado de su obra.


¿Y cuál es la forma de tu vida?


La forma de mi vida es una curva suave y prolongada que se cierra en una elipse en su final. Seguramente este final sujeta al resto y le da al conjunto un equilibrio, no lo sé… pero me encanta encontrarme con ella de vez en cuando y dedicarle unos minutos de mi admiración.
Yo tengo suerte de que mi forma favorita no es una creación artificial y la veo de cuando en cuando en la naturaleza, por ejemplo en las formas de las hojas de los árboles… ¿te has fijado cómo recogen las gotas de lluvia y la encaminan a su arista para finalmente dejarla caer al suelo?, mi forma tiene algo relajante pero con un final claro y definido, por eso me gusta.
Reflexiona sobre la forma que más cómodo te hace sentir y úsala cuando necesites inspirarte.

¿Cómo me enfrento a un papel en blanco?


…Bueno… conociendo tu forma favorita es fácil de comenzar: dibújala en el papel y después adorna su contorno con pequeños tintes del sentimiento que quieres conseguir, añade un poco de dramatismo y listo.

¿Y cómo diseño para otra persona?


Encontrando su forma, así de claro…. No se trata de hacerle un test de personalidad sobre sus gustos o aficiones (lo cual puede ser interesante para los refuerzos que quieras introducir luego…) pero podría ser algo más sencillo como enseñarle varios diseños y ver con cuales se siente más cómodo.

Entonces…. ¿La forma define a su inspirador o no? ¿tú que crees?







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