Por mi vida han pasado muchas formas… pero sólo una pocas me han cautivado.
He oído
por ahí que la forma del objeto define lo que es… y bueno… es verdad, pero creo
que también define a su Inspirador ¿no?, ahora me lo cuentas…
El caso
es que hay formas nacidas para funcionar, para trabajar, para ganarse el sueldo
del día y volver a casa para tomarse una cena fría frente al televisor buscando
un pequeño respiro, y a seguir trabajando el día siguiente, y lo cierto es que fueron
creadas por personas que eso era lo que buscaban.
Seguramente
estas formas industriales y funcionales consiguen sobrevivir cada día y puede
que no con una vida glamurosa o llena de admiraciones y elogios… pero si
cumplen su función seguramente ya son válidas.
Luego
están las formas nacidas para cautivar, éstas juegan en otro nivel porque su
creador les añadió un ingrediente nuevo: el sentimiento.
Éstas
son las formas ilusionantes, las que fueron concebidas para provocar un
sentimiento, puede que de alegría o de sorpresa, o puede que de tristeza o de
rabia no lo sé…. Pero fueron creadas para no dejar indiferente y ten clara una
cosa: son mejores cuanto mejor y más lo consiguen.
Estas
formas juegan en otra liga, y siempre consiguen que te gires para admirarlas. Cuando
una forma tiene esa cualidad, puedes creerme si te digo que fue creada por un
escultor enamorado de su obra.
¿Y cuál es la forma de tu vida?
La
forma de mi vida es una curva suave y prolongada que se cierra en una elipse en
su final. Seguramente este final sujeta al resto y le da al conjunto un
equilibrio, no lo sé… pero me encanta encontrarme con ella de vez en cuando y
dedicarle unos minutos de mi admiración.
Yo
tengo suerte de que mi forma favorita no es una creación artificial y la veo de
cuando en cuando en la naturaleza, por ejemplo en las formas de las hojas de
los árboles… ¿te has fijado cómo recogen las gotas de lluvia y la encaminan a
su arista para finalmente dejarla caer al suelo?, mi forma tiene algo relajante
pero con un final claro y definido, por eso me gusta.
Reflexiona sobre la forma que más cómodo te
hace sentir y úsala cuando necesites inspirarte.
¿Cómo me enfrento a un papel en blanco?
…Bueno…
conociendo tu forma favorita es fácil de comenzar: dibújala en el papel y después
adorna su contorno con pequeños tintes del sentimiento que quieres conseguir,
añade un poco de dramatismo y listo.
¿Y cómo diseño para otra persona?
Encontrando
su forma, así de claro…. No se trata de hacerle un test de personalidad sobre
sus gustos o aficiones (lo cual puede ser interesante para los refuerzos que
quieras introducir luego…) pero podría ser algo más sencillo como enseñarle
varios diseños y ver con cuales se siente más cómodo.
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